Viene una pelota de aire, con mucho impulso, y amenaza un pique junto en medio de un grupo de personas sentadas. Una “damisela” ( término arcaico ) la vé venir, teme el golpe y se levanta presta. Sólo que, en su desesperación, no alcanza más que a levantarse, darse vuelta, agacharse un poco y cubrirse la cabeza, diciendo por lo bajo: “Ay, ay”
( como haría la mayoría de las mujeres, bah... )
La pelota, traviesa, traviesa, pica detrás de ella y de rebote le dá de lleno en la “colita”, para sorpresa de la “damisela” y algarabía de los restantes
Metamorfosis Negativa
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